Hoy me disculpo con lo que más he dañado y también con lo que más daño me he hecho. Me disculpo con el amor por haber creído que era invisible para él, mientras me veía a través de los ojos de muchas personas. Me disculpo por no valorar las veces que te presentaste con palabras y acciones que no entendí y en lugar de sentirme amada, reclamé tu ausencia. Me disculpo por buscarte en todos lados menos donde me juraste que siempre estarías; dentro de mi. Me disculpo por forzar tus nombres y apellidos y no permitir que tu libertad de ser y DEJAR DE SER, fluyera sanamente para los dos. Me disculpo por creer que tenias que parecerte a quien yo creía que eras y no aceptar que eres siempre diferente. Me disculpo, amor, por condicionarte a mi manera, por querer cambiarte e incluso por no quererte a veces. Me disculpo por cada ocasión en la quisiste amarme y no me dejé. Por haberte alejado y por haberme alejado de donde estabas. Pero también te agradezco y de verdad que te agradezco