No me pidas perdón

Siempre he tenido problemas con el tema de pedir y recibir ‘’perdón’’. Me han dicho que quizás más que una opinión sea un trauma pero es que a pesar de que sea o no producto de alguna circunstancia difícil, el pedir perdón me parece más una búsqueda de indulgencia que realmente un arrepentimiento genuino. Y no lo digo yo, lo dice la frase ‘’ más vale pedir perdón, que pedir permiso ‘’.

Tengo la sensación de que el acto de ‘’perdonar’’ a otra persona, coloca al que otorga clemencia en una posición que pocos o nadie debría tener: Decidir lo que la otra persona merece o no. 

Juzgar la valía y dignidad de alguien de acuerdo a la experiencia que tuvimos con ellos me hace pensar que creemos que somos los protagonistas en la historia de todos cuando, casi que por obviedad, sabemos que no es así.
Se me atora en la garganta y me sabe amarga la frase ‘’ te perdono’’ , me hace sentir que tengo el poder de liberar a alguien de una culpa que quizás ni siquiera le debería pertenecer, porque muchos de los errores de los demás cometen tienen más que ver con nuestra percepción de lo que es correcto o no, que con la acción per se.

Por otro lado considero que algunas personas piden perdón de forma vana y manipuladora. Mostrar arrepentimiento no es igual a entender el error y saber repararlo. A veces pareciera que pedir perdón es simplemente parte de un trámite de la reconciliación pero está lejos de buscar un cambio o concientizarse del verdadero problema, que frecuentemente no tiene nada que ver con lo incurrido.

Hay personas que lo necesitan para seguir adelante, ya sea recibir perdón o perdonar a alguien y de hecho me incluyo un poco en eso. A pesar de no ser buena pidiendo perdón, hay culpas dentro de mi que se irian si supiera que la otra persona ha superado el dolor sabiendo que no tuve la intención de dañarle. Pero me ha tocado optar por la redención, aceptar que tienen derecho a no entenderme, a no recordarme con amor y a sentir que no ‘’merezco su perdón‘’.

El entendimiento resulta, a veces, más valioso que el perdón. Pero no el entendimiento que exiges cuando pides una explicación, ese no es entendimiento, ese eres tú buscando una justificación a lo sucedido. Yo hablo del entendimiento que trae TU propio criterio. Tu capacidad de discernir entre lo que TÚ PERMITES o no, sin la necesidad de llamarle ‘’ perdón’’.